Nota originalmente publicada en este enlace.
Romina Reser
Al “buen periodismo” no lo ha matado la tecnología, podríamos decir después de intercambiar ideas con dos de los expositores que estuvieron hoy en la Facultad de Ciencias Sociales de nuestra ciudad, en el marco de la gira de capacitaciones que recorre el país por los 20 años de la Red Federal de Capacitación FOPEA/Google.
De la jornada también fueron parte el periodista Mauro Sebastián Decker Díaz -a cargo la Red Federal de Capacitaciones de FOPEA- y los profesores de la cátedra Periodismo digital.
Se realizó en el aula C7 del sector de aulas comunes en el campus universitario. Y hay que resaltarlo, con un gran marco de público. En su mayoría estudiantes de periodismo y comunicación, aunque también participaron periodistas de la ciudad.
Fernanda González Riachi es periodista y capacitadora de FOPEA. Estuvo a cargo de la primera parte de las dos que tuvo la presentación con eje en herramientas para comunicar, ¿y ser comunicados?.
González Riachi contó que este tipo de capacitaciones “están enfocadas a estudiantes de periodismo o periodistas porque todas las herramientas facilitan la labor diaria, pero tenemos un montón de temas como desinformación, el chequeo fundamental de la información que en cualquier rubro puede funcionar”. Y fue más allá, “de hecho en cualquier persona que tenga ‘el bichito’, que le interese” y contó que “de hecho nos ha pasado de médicos que con información que sale divulgada sobre temas de medicina que solamente ellos entienden, buscan verificar esa información y comunicarla”.
Una información no necesariamente puede ser noticia falsa, pero puede desinformar eventualmente
Ambos apuntaron en sus exposiciones a la necesidad de chequear la información, y no caer en la trampa de la desinformación. Entonces, ¿nadamos en un mar de información falsa?
José Heinz -docente de periodismo, periodista y capacitador-, alertó sobre la posibilidad de ser víctimas.
“Hablar de medios de comunicación exclusivamente es un poco resbaloso porque también tenemos los sesgos, no? Entonces, una información no necesariamente puede ser noticia falsa, pero puede desinformar eventualmente justamente por la manera en la que se enfoca, por la forma en la que está redactada, etcétera” puntualizó, para repensar nuestro rol a la hora de elegir cómo informarnos.
“Nosotros desde Google News Initiative damos muchas capacitaciones vinculadas a la manera en la que circula las información en el discurso público, en la web. Esto significa medios de comunicación, pero también usuarios en redes sociales o medios digitales que tienen el propósito”, explicó para exponer algunas plataformas que se enmascaran en medios o plataformas de información, “desde que se crean para desinformar”. Sí, eso pasa. Por eso la información veraz es importante, y nos ayuda a tomar mejores decisiones todo el tiempo.
Sostuvo que este tipo de capacitaciones brindan herramientas “al ciudadano de a pie”, para detectar cuando “están siendo manipulados con la información”.
Ahora bien. ¿A qué hay que prestarle atención para ser realmente responsables a la hora de consumir y a la hora de producir contenido?. Y José, -que antes nos hizo reflexionar si la inteligencia artificial aplicada a la comunicación puede reemplazar de manera definitiva el trabajo de los y las periodistas-, consideró que “hay muchas herramientas digitales que nos van a ayudar a eso, pero sigue siendo fundamental autoevaluarnos”, y volvió a alertar sobre la pandemia de la desinformación.
“En muchas oportunidades la desinformación juega con temáticas emocionales. Hablemos por ejemplo de las personas que tienen opiniones muy tajantes y tienden a creer aquella información que se adapte a su visión del mundo. Entonces lo que hay que entender, -fundamentalmente periodistas, remarcó- aunque esto aplica ciudadanos en general, es que al todo ser potenciales víctimas de la desinformación, necesitamos ser tal vez un poquito menos pasionales y evaluar con cierto grado de neutralidad la información que nos llegue” indicó.
Dieta Informativa
Y la serpiente se comió la cola. La radio sigue siendo uno de los medios que más se consume, todavía se sostiene frente a un mundo invadido por la imagen, y por la imagen en movimiento. ¿Cómo o por qué conviven en este mundo, los “medios tradicionales” y las distintas plataformas y redes sociales que no paran de nacer?.
Es como un gran ‘Elige tu propia aventura’. La información, la completa -en todos los sentidos- el receptor. De a cachos, o en un solo trozo, y es ahí donde todos nos tenemos que ponernos a dieta. “Necesitamos ordenar nuestra dieta informativa o ordenar nuestra dieta de contenido para no dejarnos llevar, no dejarnos arrastrar por el algoritmo” agregó. Lo que plantea José es algo que últimamente ayudan mucho los nuevos teléfonos. “Simplemente tener muy en cuenta el tiempo que le dedicamos a las redes sociales, a las distintas plataformas y eventualmente tratar de buscar fuentes confiables” remató.
Hoy convive la radio y TikTok. Hay acercamientos tibios de los medios tradicionales por incorporar nuevas tecnologías, sin embargo no logran hacerlo fluir con naturalidad. ¿Por qué?
“Digamos que esa lentitud de los medios para adaptarse, dijo Heinz, responde a las estructuras que siempre son más lentas de los cambios en muchos sentidos. Los medios tradicionales son profundamente conservadores, tienen una escisión dentro de su equipo que son es la gente que por ahí está más habituada a las nuevas tecnologías, y aquellos que no”. Pero lo cierto es que no se conoce la fórmula de la Coca-Cola, y tampoco esta fórmula mágica.
Se olvidan esas cosas y solamente son puras tecnologías
Sin embargo, “sí estoy convencido de que el buen periodismo se puede ejercer con las herramientas nuevas, y que es algo complementario y no una cuestión que va a liberar la carga informática o viceversa”.
Y Fernanda González Riachi resumió: “O sea, los nuevos medios no deben dejar de lado las otras regiones tradicionales de base que tiene el periodismo. Entonces creo que es de las dos lados. Es decir, lo tradicional incorporar nuevas tecnologías, y lo nuevo incorporar tradiciones que sí nos sirven en la labor porque a veces se olvidan de lo que estamos hablando. Se olvidan esas cosas y solamente son puras tecnologías, pero nada de contenido”.
En definitiva, al “buen periodismo” no lo ha matado la tecnología, sino que con mesura y bien utilizado, quizás lo haga vivir eternamente, rejuvenecido y mejor. O al menos, le va a costar al robot reemplazar -los, nos- de manera completa.