Publicada originalmente en La Nueva. por Gerardo Monforte.
“A diferencia de Rosario, Bahía Blanca no es un nodo logístico en el centro del país que sirva para distribución de droga a distintas provincias”.
Con esta afirmación el periodista Germán de los Santos, especializado en la investigación del narcotráfico en Argentina, fundamentó la improbabilidad de que en el medio local este delito tenga la alta incidencia registrada en aquella ciudad santafesina.
Según el especialista, quien mañana expondrá en el rectorado de la UNS sobre “Cómo investigar el crimen organizado en la Argentina”, al menos por ahora en Bahía no se producen enfrentamientos entre bandas narco domésticas.
“La violencia no la genera el negocio de la cocaína a escala internacional, sino que se produce cuando la droga se derrama a nivel local y comienzan a enfrentarse los grupos más domésticos que conviven en una misma ciudad. Hoy en día esto no ocurre en Bahía Blanca”, analizó el entrevistado.
“No creo que Bahía se transforme en lo que es Rosario como consecuencia de esta actividad ilícita, porque la conversión de esta en una ciudad afectada por el narcotráfico y la violencia no fue inmediata, sino que llevó mucho tiempo”, agregó.
“Se originó por un fenómeno local que fue la aparición de bandas criminales que empezaron a enfrentarse entre sí, pero gran parte de ese negocio lo manejaba la Policía de Santa Fe, que nunca pudo generar las condiciones para ordenarlo. En la provincia de Buenos Aires la situación es diferente”, completó De los Santos.
Sin embargo la condición de Bahía como ciudad portuaria con conexión al exterior, la hace “mucho más atractiva” para estos grupos criminales vinculados con poderosos carteles de narcotraficantes en el extranjero, de acuerdo con el análisis del corresponsal del diario La Nación en Rosario.
“Esta situación se da en toda la hidrovía (río) Paraná-Paraguay y también en la terminal portuaria bahiense, donde se secuestraron cargamentos de estupefaciente muy grandes”, resaltó la fuente consultada.
“El negocio de la droga en Argentina es el tránsito”
Pese a que Argentina -aseveró- ocupa el segundo puesto a nivel mundial en mayor consumo de cocaína per cápita, el “negocio” de la droga en nuestro país es su “tránsito”.
“Al transformarse en un país con altos niveles de consumo, se gestaron negocios locales donde están los problemas, que aparecen en las ciudades más pobladas con mayor consumo.
“Ahí empezó a haber problemas que la Argentina históricamente no había tenido: grupos que a lo largo del tiempo, como no se los puede desmantelar, comienzan a crecer”, expresó.
Esto mismo ocurrió con la banda Los monos en Rosario, donde si bien la justicia condenó a la mayoría de sus miembros, la agrupación narco continúa operando desde la cárcel.
“Un grupo narcocriminal que surgió de la más extrema pobreza con gente semianalfabeta, y con el tiempo empezó a crecer porque la renta del negocio es muy alta. Eso genera condiciones para que la banda se vuelva cada vez más poderosa, si no es desarticulada”.
“Esto sucede principalmente en Buenos Aires, Santa Fe y problemas que también empiezan a haber en Córdoba. Por ejemplo, en la localidad cordobesa de San Francisco, que limita con la provincia de Santa Fe, empezaron a aparecer casos muy graves (de narcotráfico)”.
Cambios en la logística
A nivel internacional y durante la pandemia, la logística para traficar a Europa la cocaína producida en Bolivia, Perú y Colombia se modificó.
Antes la droga salía por el puerto de Santos (Brasil), pero ahora se destina a Paraguay, Argentina y Uruguay, y tiene como vía de egreso los puertos ubicados más al sur de nuestro continente.
“El problema es que cuando hay grandes cantidades de droga en circulación por una determinada zona, significa que hay organizaciones criminales que están detrás de esos cargamentos”, enfatizó el coautor del libro ‘Los monos: historia de la familia narco que transformó a Rosario en un infierno’.
“Esto comenzó a aparecer hace 2 años, cuando grupos narco como Primer Comando Capital, que hoy es la banda (de origen brasilero) de mayor expansión en América del Sur, se empezó a ver en todo este recorrido manejando cargamentos con nuevos destinos”, acotó.
“Por ejemplo, el Mundial de fútbol en Catar implicó que en los últimos meses de este año grandes cantidades de cocaína estuviesen yendo hacia Dubái, con una escala intermedia que muchas veces se hace también en África”, continuó el vocero.
Si bien agencias internacionales como la ONU advirtieron sobre esta nueva metodología, todavía no hay certeza del volumen de la sustancia prohibida que se trafica en la actualidad.
Violencia y falta de controles
De los Santos se refirió además a la violencia ejercida por organizaciones narco en las principales ciudades-puerto de la región, que comenzó a generar alertas.
“No tanto Bahía Blanca, pero sí Asunción, Rosario y Montevideo empezaron a tener problemas vinculados con la violencia de organizaciones criminales ligadas al narcotráfico”, indicó el informante.
“Este es el principal peligro; cuando hay un negocio tan grande, empieza a aparecer la violencia porque hay disputas y controles para que ese negocio sea sustentable”, añadió.
Por otra parte, el experto en la temática puso el foco en las dificultades para controlar las embarcaciones que contrabandean droga por la hidrovía.
“La droga baja desde los países productores y por la hidrovía Paraná-Paraguay tiene una salida muy tranquila, sin controles. Son 3.400 kilómetros de una vía fluvial donde los controles se dificultan por las características que tiene ese tráfico”.
“Los países tampoco se ponen de acuerdo (en cómo realizar controles). Esto genera las condiciones mucho más estables para sacar esos cargamentos”, aseguró.
50 toneladas de cocaína en la hidrovía
Durante su disertación en Colón 80, De los Santos se focalizará en sus investigaciones periodísticas sobre narcotráfico en Rosario y la hidrovía Paraná-Paraguay, que se transformó en un “centro logístico de salida de cocaína hacia puertos europeos”.
En los últimos 2 años, en el curso de agua mencionado, se secuestraron “50 toneladas” de este narcótico que se iban a enviar a Europa y algunos de esos contenedores ‘contaminados’ con droga llegaron a Dubái.
“Esto marca que por esa vía hay un movimiento de droga gigantesco”, recalcó el vocero.
“Investigar el crimen organizado tiene particularidades en materia periodística, porque se trata de temas que generan un alto riesgo y por eso la información debe ser confirmada de forma precisa, porque esos datos pueden representar riesgos tanto para los implicados como para el periodista”.
“El fenómeno del crimen organizado atraviesa cuestiones políticas, económicas y también desde el punto de vista policial y judicial, y esto se relaciona con las complicidades. El crimen organizado tiene una renta fenomenal y necesita de esas connivencias para poder funcionar.
Funcionarios políticos brindan cobertura a estas asociaciones ilícitas y desde la órbita económica se generan las condiciones necesarias para que el dinero producto del delito “se multiplique y se blanquee”.
No obstante, De los Santos opinó que Argentina no presenta “problemas serios” de crimen organizado.
Sólo 2 juzgados federales
La estructura de la justicia federal rosarina no se modifica desde “hace 30 años”, frente al gran crecimiento que experimentó el “fenómeno” del narcotráfico en aquella ciudad.
Con 1,2 millones de habitantes, en Rosario funcionan sólo 2 juzgados federales, la misma cantidad que en Bahía Blanca, donde habitan 3 veces menos personas.
A raíz de dichas falencias, las instrucciones de las causas se demoran y hay menos fiscales para investigar estos casos, en base a la evaluación del experto en la materia.
Estas deficiencias en el sistema judicial -explicó- favorecen el fortalecimiento de los grupos narco, que operan con “coordinación, logística y dinero que el Estado parece no tener”.
“Es paradójico que en la ciudad donde el narcotráfico tuvo mayor impacto, la estructura de la justicia federal continúe siendo la misma que hace 30 años”, sostuvo De los Santos, radicado en Rosario desde hace más de 25 años.
El santafesino participará mañana en Colón 80 de una actividad organizada por el Foro de Periodismo Argentino (FOPEA), en el marco de la gira por el 20° aniversario de la institución.